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Hay un plato con el que nunca fallas: las patatas bravas. Da igual el bar al que entres, que siempre van a estar buenas, incluso cuando son congeladas. Aun así, puestos a elegir, mejor que sean de una grandísima calidad.
Si eres un amante de una de las tapas más clásicas, debes visitar estos cuatro bares de Valencia. En todos incluyen una forma de cocinar la patata o un ingrediente, con el que consiguen un sabor único.
Las patatas bravas son la tapa que más consenso generan. Llenan, las puede disfrutar hasta un vegetariano, son un acompañamiento ideal para la cerveza y tienen ese toque picante que tanto gusta. Los valencianos tienen claro cuáles son los mejores templos de la patata en la capital del Turia.
El mejor bar para comer patatas bravas en Valencia
Valencia ha conseguido destacarse sobre otras ciudades españolas por su increíble oferta gastronómica. Aunque no tiene tanta tradición de tapeo como otros lugares, sí que ha logrado llamar la atención por sus patatas bravas.
Estos son los mejores bares para probar este manjar de la gastronomía española:
‘Rausell’
Llevan deleitándonos con sus patatas bravas desde los años 40 y, cada día, superan la calidad. Está en una de las calles más conocidas de la ciudad: Ángel Guimerá.
La clave por la que gustan tanto es su excepcional alioli casero y el pimentón. Ofrecen la opción de pedir medias raciones.
‘Bar Ricardo’
Este bar del barrio de Extramurs, en la calle del doctor Zamenhof, se fundó en 1947 y sus dueños estiman que todas las semanas cocinan 240 kilos de patatas bravas.
Se han diferenciado del resto por tener un corte más pequeño y por la abundante cantidad de aceite que utilizan. Sus patatas son tan famosas, que incluso otros restaurantes de la ciudad las han homenajeado.
‘Bodega Casa Montaña’
En pleno barrio del Cabanyal, en la calle José Benlliure, encontramos esta bodega especializada en tapas y vinos. El bar y sus patatas bravas es un resumen perfecto de cómo ha evolucionado uno de los barrios marítimos de la ciudad.
Bodega Casa Montaña mezcla un ambiente y una decoración tradicional, con presentaciones muy modernas. Esto también lo han trasladado a las patatas bravas, que son servidas con las salsas aparte.
‘Taberna Amparín’
Todas las demás opciones son muy conocidas en Valencia, pero las patatas bravas de la Taberna Amparín son uno de los secretos mejor guardados del local situado en la calle de Joaquín Navarro.
Las patatas están cocinadas lo justo y necesario, pero lo que marca la diferencia es su salsa casera. En ningún otro sitio son tan generosos con las cantidades como aquí.